sábado, 30 de septiembre de 2017

XI. Participación escolar: ¿cuestión sólo de alumnos?

Si la educación es un subsistema de la sociedad, el cual la refleja, ¿cómo es posible que las familias se desentiendan en gran medida de lo que pasa en los centros? ¿Qué necesitan las escuelas: meros profesores, educadores o ambas cosas? En este post quiero reflexionar un poco sobre las relaciones entre colectivos y cómo creo que deberían ser.

A lo largo de estas primeras semanas del máster una de las cosas que más claras me han quedado es que la educación funciona si los centros y las familias trabajan en equipo. Toda persona es enseñable, y para ello es fundamental que:

  • las familias no deleguen su responsabilidad en los profesores.
  • los profesores sean igualmente educadores.
Como siempre se ha dicho, la educación viene de casa. Y teniendo en cuenta que la familia es el primer gran ámbito en el que la persona se relaciona, no puedo estar más de acuerdo. Hay una serie de valores tan básicos, como el respeto hacia los demás o simplemente escuchar cuando el otro habla, que hay que manejar antes de ir a la escuela. Sí, la escuela también tiene que educar, pero a partir de una base establecida en casa. Supongo que esto está relacionado con el ritmo estresado de la vida: los padres trabajan muchas horas fuera de casa y no prestan atención a la educación de los hijos, así que poco a poco la escuela va recibiendo toda la carga. También entiendo que de la falta de comunicación entre familia y centros se deriva la desvalorización que sufre la figura del profesor.

Por otro lado también hay profesores que llegan a la escuela, hablan y hablan en su clase y con las mismas se van a casa. Desde luego que es la vía fácil y cómoda, pero ¿acaso eso es ser profesor? El docente que actúa así, ¿está seguro de que ha escogido la profesión adecuada? No estoy diciendo que el profesor tenga que ser una especie de policía que conoce y controla al detalle la vida de sus alumnos, pero sí que tiene que entender que está tratando con seres humanos en construcción, con identidad y características propias que deben ser tenidas en cuenta.

Creo que sería buena idea incentivar actividades en las que los 3 grandes grupos implicados en la educación se vieran obligados a participar: alumnos, familias y profesores. No sé si con más actividades culturales, mayor responsabilidad en cargos dentro del centro, creación de equipos deportivos,...

X. El proyecto educativo del I.E.S. María Moliner


Después de ya algunos años, sigo viendo mi antiguo instituto cada mañana. Se trata del I.E.S. María Moliner, situado en la localidad de Laguna de Duero. Allí cursé toda la ESO y el Bachillerato de Humanidades. El principal (o más bien único) motivo porque el que mis padres lo eligieron fue porque me pillaba muy cerca de casa. En este post os presento sus valores y objetivos, descritos en su  proyecto educativo (podéis consultarlo aquí).
Grosso modo los objetivos a conseguir son los siguientes:

  • Potenciar el hábito de trabajo.
  • Intensificar los esfuerzos para la mayor motivación de los alumnos. 
  • Mantener una convivencia armónica.
  • Favorecer la formación y educación integral del alumno como persona y ciudadano europeo dentro de un marco de respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales. 
  • Orientar profesional y académicamente.
  • Trabajar por la perfecta integración de todos los individuos.
  • Integrar a los padres en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos.
Hace 5 años que abandoné este centro y puedo decir que creo que entonces había más o menos los mismos valores, a excepción de la integración de los padres en el aprendizaje de sus hijos, la orientación profesional y la educación integral como individuo. No es que no se pretendiera alcanzar los que he citado, pero creo que se podría haber hecho mucho más por conseguirlos. Son objetivos totalmente convencionales y según me consta hoy en día se buscan los mismos valores pero se mantienen las mismas vías de acción. Supongo que esto se debe en parte a que la plantilla es bastante estable y la mayoría de los profesores permanece en el centro hasta que se retira profesionalmente.

Como ya comenté en la entrada que mi compañera Leyre dedica a este instituto, la opinión que teníamos los alumnos era bastante buena, principalmente porque teníamos buenos profesores que sabían bien de lo que hablaban y nos lo transmitían. Pero un centro educativo es algo más que puros conocimientos temáticos. Con la edad me he ido dando cuenta de que nos faltaron proyectos y/o actividades fuera del marco de lo tradicional/ marco del aula para desarrollar esas habilidades que tanto se demandan ahora, como el trabajo en equipo conociendo y respetando al otro, la toma de decisiones de manera autónoma o saber hablar en público.

Para vosotros, ¿qué actividades fomentan estas competencias sociales fuera del aula? ¿Cuáles se desarrollaban en vuestros institutos?

Como curiosidad os dejo un pequeño vídeo sobre la figura de la mujer trabajadora que nos da nombre, María Moliner:



martes, 26 de septiembre de 2017

IX. El Libro Blanco de la educación

Hoy abordamos el Libro Blanco de la educación, encargado en 2015 por el Ministerio de Educación a José Antonio Marina, filósofo y pedagogo. En él recopila sus propuestas para mejorar el sistema educativo español.
Mis compañeros de grupo y yo nos encargamos de valorar una de estas propuestas. Nosotros trabajamos con la propuesta Nº 17:

Consideramos que la representación de los docentes debería hacerse por dos vías que atendiera más a los contenidos y responsabilidades educativas de la profesión y otra que defendiera sus intereses laborales. De la primera se encargarían, como ocurre en otros países y en otras profesiones, los Colegios Profesionales, mientras que la segunda sería competencia de los Sindicatos. Los Colegios Profesionales deberían encargarse de elaborar el Código Deontológico de la Profesión.

 La verdad es que esta propuesta no nos dio mucho juego, primero porque nos pareció una medida más que lógica,y segundo por el desconocimiento total de si existe en la actualidad este Colegio de Profesionales para profesores.

Si dicha institución existe para otras profesiones, como pueden ser los arquitectos, los dentistas o los ingenieros, ¿cómo es que no existe para profesores? A nuestro parecer es necesaria esta figura para que el docente tenga una institución a la que plantear, por ejemplo, dudas o sugerencias con respecto al currículo. Los sindicatos ya se encargan en la actualidad de defender las condiciones e intereses laborales de los profesores.

domingo, 24 de septiembre de 2017

VIII. El IES María Moliner nacido en clase


Hoy toca escribir un poco más, y esta vez es para presentaros el I.E.S. María Moliner que nació la semana pasada en clase. En grupos, cada persona con un rol distinto (padres y madres, profesores, profesionales administrativos,...) teníamos que crear un instituto con una serie de valores acordados por nosotros mismos.

El nuestro se trata de un centro público que oferta tanto ESO como bachillerato y que se sitúa en un barrio urbano hipotético de la ciudad. El nombre lo propuse yo misma por ser el nombre de mi instituto. No dudé a la hora de proponerlo. Me parece un nombre bonito y significativo por la mujer a la que se refiere.

Primero nos plantemos qué es educar para nuestro recién creado instituto. Para nosotros educar es inculcar una serie de valores y conocimientos que permiten el desarrollo de las capacidades y destrezas de los alumnos. Se trata de una definición estándar bastante neutra, aunque después reparamos en los matices algo desfavorables del verbo inculcar.

En el I.E.S. María Moliner queremos educar en los valores de la familia, la salud, los amigos y los conocimientos, en ese orden. Por el contrario, le damos mucho menos valor a la religión, la política y a ganar dinero. Prácticamente coincide con mi ránking personal, aunque yo le daría más importancia a la política dentro del aula.

Continuando, nos parece que el hecho de que una mujer pueda tener un hijo sin una relación estable, el divorcio, la adopción por parte de homosexuales, la adopción sin relación estable y el aborto son los comportamientos más aceptables de los que se nos presentaron. En la cola de nuestra lista de comportamientos encontramos la violencia de género, el terrorismo y la pena de muerte, acciones que no apoyamos bajo ninguna circunstancia.

Finalmente, llegamos a la conclusión de que los adolescentes y sus padres discuten casi siempre por el reparto de las tareas del hogar, los estudios y la hora de llegar a casa por la noche.

Así hemos sentado las bases de un posible instituto. Quién sabe si algún día alguno de nosotros decide crear el suyo propio y defender y mantener sus valores.


VII. ¿Y si tus padres se conviertieran en tus maestros?

Después de una pausa no voluntaria en el blog, vuelvo a retomarlo con un tema que creó un intenso a la vez que interesante debate en clase. Hoy hablamos de la educación en casa.

Sin hablar antes del tema, vimos el siguiente vídeo:



Estos hermanos no sólo aprenden las asignaturas típicas de una escuela al uso, sino que además dedican buena parte de su tiempo al estudio de diferentes instrumentos musicales, diferentes lenguas e incluso actividades extraescolares. (*)

En seguida saltaron voces a favor y en contra. Como puntos positivos, se consideró que con este tipo de educación es posible ahondar con mayor profundidad en los conocimientos. Y como ya he mencionado arriba, no se concentran en un estudio de materias a la antigua, sino que dan valor a destrezas como la música, que tristemente va perdiendo reconocimiento en el sistema escolar español, y son los chavales los que eligen las actividades que quieren hacer, por tanto desarrollan antes su carácter autónomo.

Sin duda alguna eramos más los que estábamos en contra de educar en casa. El principal motivo era la falta de contacto con otros niños. Los chicos del vídeo estudian con su madre, van de excursión en familia,... Considero que es contraproducente no dejarles vivir lo mismo que viven los demás: el día de mañana van a tener que desempeñar un trabajo en la sociedad, ir a comprar el pan en la sociedad, etc. Me parece peligroso el hecho de estar tan concentrados en un sólo contexto de la vida.

Por otro lado, no cualquier padre puede ser profesor de su hijo. ¿Acaso todos los padres tienen los conocimientos necesarios o saben en todo caso dónde encontrar la información y cómo manejarla? A esto le sumamos que no cualquiera puede permitirse destinar tantas horas para educar en casa y compaginar esto con un trabajo.

Estoy de acuerdo con lo que dice la madre al principio: existe un monopolio de la educación, sí. Estoy a favor de que se potencien escuelas con distintas estrategias educativas, escuelas más orientadas al trabajo que a lo académico, etc. Es decir, que haya variedad de escuelas, pero siempre en un contexto colectivo y reglado. Pero sin duda me es imposible compartir su visión tribal de la educación, como muy bien definió Marta.

¿A qué deberíamos dar más valor, al criterio particular de cada familia o al del sistema educativo, que no es otra cosa que el reflejo de nuestra sociedad?
_________________________________________________________________________________

(*) Reflexionando sobre esto, no me podido evitar acordarme de mi experiencia como auxiliar de conversación en un instituto de secundaria en Alemania. En la primera semana allí se extrañaron por el hecho de que no tocara la guitarra porque "el flamenco es la música de España" (vivan los estereotipos *cartel de sarcasmo*), dado que la mayoría de los chavales allí toca algún instrumento desde pequeños. 
Lo mismo sucede con los idiomas: al menos en Renania del Norte-Westfalia es obligatorio que los alumnos que estén en bachillerato estudien dos idiomas (inglés obligatoriamente más español, francés o latín, a elegir) además del alemán. Y por si no fuera poco, muchos de ellos tenían padres de otra nacionalidad y conocían entonces otro cuarto idioma.
A esto añado que casi todos formaban parte de un equipo deportivo de la escuela, cosa que no existe (que yo sepa) en España.

VI. Un pulso al fracaso

Hace algunos días vimos en clase el documental Un pulso al fracaso, emitido el 16 de enero de 2010 en el programa Documentos TV. Lo podéis consultar a continuación.




Este documental presenta un nuevo programa educativo que da una segunda oportunidad a jóvenes de la Comunidad de Madrid que no han terminado la educación obligatoria. La mayor parte de ellos proceden de un ámbito familiar complicado y se han sentido olvidados por su entorno y el sistema escolar, que no ha sabido comprenderlos individualmente. Esta escuela de segunda oportunidad lucha por darles unos conocimientos básicos y predominantemente orientados al mundo laboral, puesto que buena parte de ellos sueña con acceder cuanto antes a un puesto de trabajo.

La tarea correspondiente al vídeo era obtener unas conclusiones de acuerdo al artículo 91.1.1) de la LOE: La investigación, la experimentación y la mejora continua de los procesos de enseñanza correspondiente.

En cuanto a investigación como tal, no he visto nada que realmente aborde el tema de la investigación. Sin embargo, sí que podemos hablar de experimentación con la simple existencia de estos programas. La Fundación Tomillo es la creadora de estos cursos y nació ya en 1983, pero sin duda creo poder afirmar que sigue siendo nueva, y por tanto, experimental todavía. Prueba de su carácter experimental es que buena parte de la sociedad tiraría la toalla a la primera de cambio y daría a estos chavales por perdidos, dado que este tipo de educación no es muy conocido.

Finalmente, en lo que respecta a la continua mejora de los procesos, creo que en el documental no podemos apreciarlo y menos aún valorarlo. Pero tengo la impresión de que sus valores son su mejor baliza y por ello han ido creciendo a lo largo de los años por ser una apuesta novedosa, así que seguro que han ido mejorando sus ofertas y lo seguirán haciendo.

Y vosotros, ¿creéis que de verdad sirve de algo esta vía educativa? ¿Da esta fundación una salida real a chavales que han ido pasando de instituto a instituto por no ser comprendidos?


sábado, 16 de septiembre de 2017

V. ¿Inglés hasta en la sopa?

Al pasar esta tarde por delante de mi antiguo colegio he visto algo que me ha dejado patidifusa. Le he estado dando vueltas hasta que he llegado a casa y por más que lo he intentado, no le he encontrado sentido. Se trata del siguiente cartel:




Acaba de comenzar el curso escolar y las escuelas deportivas también reabren sus puertas. Hasta ahí todo normal. Pero cuando he leído que un curso de judo va a ser impartido al 100% en lengua inglesa, ya he alucinado.

Yo, filóloga, amante de los idiomas (y mucho del inglés) y defensora de los beneficios/ventajas de conocer idiomas, no entiendo el afán de imponer el inglés donde no toca. Si ya me muestro escéptica con la educación bilingüe que cada vez gana más terreno en España, imaginaos lo que pienso cuando leo un cartel como el de arriba.

Como muchos otros estudiantes, me he ganado algún dinerillo dando clases particulares de inglés y alemán a chavales. Todos ellos tenían asignaturas en inglés o incluso en francés. Suena maravilloso hasta que compruebas que los pobres no entienden nada de lo que leen en sus libros y te piden que les expliques la materia en español. ¿Cómo pretendemos enseñar lo que pasó en las Navas de Tolosa si todos los cursos comenzamos repitiendo el verbo to be

Por mi experiencia personal en el instituto, ¿no será más lógico dar las clases de idiomas en la lengua correspondiente, en lugar de darlas en español? ¿No es razonable fomentar el desarrollo de las competencia orales en la clase? ¿No es más beneficioso desarrollar los idiomas en pequeños hábitos como ver las series en original con subtítulos?

En pocas palabras, idiomas sí, pero con lógica. ¿Alguien más en la sala opina igual?


miércoles, 13 de septiembre de 2017

IV. Los objetivos de la educación española en esta década



Para hoy os tengo preparada una pequeña tarea de creación legislativa que hicimos mi compañero Luis y yo. Nuestro objetivo era recopilar propuestas para conseguir el éxito educativo de todos los estudiantes y después comparar nuestras ideas con las establecidas por el Consejo de Ministros.

Nuestras medidas principales serían las siguientes:

  • Presencia de un profesor de refuerzo en todas aquellas clases en las que haya alumnos que precisen una ayuda suplementaria.
  • Fomento de una red de apoyo entre alumnos, en el que ambas partes se ven beneficiadas al potenciar el valor de la colaboración.
  • Facilitar una F.P. de calidad para quienes no deseen continuar por la vía académica.
Se podría decir que hemos hecho hincapié en dotar o generar herramientas dentro del aula para complementar la situación actual del sistema, sin proponer medidas concretas ni especificar en qué nivel se deberían aplicar.

A continuación enumero a grandes rasgos las líneas establecidas por el Consejo de Ministros:

  • Reconocer las competencias profesionales no formales.
  • Reforzar la situación de todos aquellos alumnos que necesiten ayuda para obtener la ESO o posibilitar que todos aquellos que no se encuentren en condiciones de hacerlo puedan tener acceso a una cualificación profesional.
  • Fomentar la buena expresión en castellano, y si procede, de la lengua cooficial también.
  • Reforzar la orientación académica en la ESO y reorganizar 4º de ESO con el fin de dar posibles vías posteriores a la formación obligatoria.
  • Crear planes específicos en zonas con una alta tasa de fracaso escolar.
Al comparar ambas listas de medidas, observo que quizá nosotros hemos sido un poco demasiado ilusos, o quizás mejor dicho que nos hemos quedado cortos en lo que a visión se refiere. Ahora me parece que hemos creído que todas las situaciones dentro de un aula tienen solución allí mismo. Aun así, tanto nosotros como ellos entendemos que después de la ESO hay más de una vía posible (aunque en la realidad la F.P. no es tan bien vista como debería).


Ya que el profesor colgó los resultados de esta práctica de los dos grupos del máster, he decidido echarle un vistazo a la otra respuesta para ver qué opinan otros futuros maestros. Ellos también optan por el desarrollo de las habilidades sociales y la implantación de clases de refuerzo, pero mediante orientadores y clases complementarias de refuerzo. Entre otras medidas, abogaron por mayor flexibilidad a la hora de elegir asignaturas optativas, mayor implicación familiar en la escuela y más actividades prácticas y de contacto intercultural.

lunes, 11 de septiembre de 2017

III. Los puntos fuertes y las flaquezas de la educación en Castilla y León


Hoy toca reflexionar sobre los puntos fuertes y las flaquezas del sistema educativo de la comunidad autónoma de Castilla y León. Como punto de partida tomamos los dos siguientes artículos:

  • Colegios e institutos con bajos resultados reabren las aulas con planes de mejora, publicado el 5 de septiembre de 2017 en el diario El Norte de Castilla. Disponible aquí.
  • Castilla y León, un modelo educativo singular, publicado el 13 de octubre de 2015 en el periódico El Norte de Castilla. Puedes consultarlo aquí.
El punto fuerte común que se puede encontrar en ambos textos es la lucha por la equidad. Mediante medidas como el Plan Global de Mejora de Resultados se busca que los centros castellanoleoneses con peores resultados puedan aplicar planes adaptados de refuerzo con el fin de que ningún alumno se quede atrás. Se podría afirmar que es un objetivo completamente lógico: la sociedad siempre se ve afectada económica y socialmente por el fracaso escolar.

Además, uno de cada dos alumnos estudia en sección bilingüe, lo que hace de Castilla y León la segunda comunidad autónoma con mayor implantación de esta medida. La continua mejora de la formación de los profesores así como el aumento del número de profesores nativos ayudarán a reforzar esta tendencia. Por experiencias personales no confío plenamente en los supuestos beneficios de esta postura, pero abrazo cualquier forma de mejorar la calidad de las clases de lenguas extranjeras.

La reducida cifra de habitantes y su carácter disperso pueden suponer una ventaja o una desventaja dependiendo del punto de vista desde el que se contemple este factor. Por un lado, facilita que el número de alumnos por clase sea menor. Cuantos menos alumnos por aula, más se favorece un ambiente agradable de trabajo donde estudiantes de distintas edades pueden colaborar entre ellos. Sin embargo, también puede entenderse como un factor que propicia la desaparición de centros educativos: este curso ya han desaparecido 4 y otros 14 podrían seguir el mismo camino próximamente.

Como flaqueza del sistema educativo de nuestra comunidad aparece el 21% de fracaso escolar, lo cual nos sitúa dentro de la media española a pesar de que en el informe PISA figuramos de manera regular como la comunidad con mejores resultados en dos de las tres pruebas, pudiendo así equipararnos a los resultados de la siempre alabada Finlandia, por ejemplo. 


Resultado del informe PISA por comunidades en 2015

A estos puntos clave debemos añadir también el exigente currículo de nuestro sistema. Probablemente el alto nivel actual es otro capítulo de la exigencia del pueblo castellano con respecto a la educación a lo largo del tiempo. Nos remitimos a la temprana alfabetización de la mujer en la región y a la lucha de los padres para que sus hijos tuvieran una educación que les brindara mejores oportunidades de trabajo. 

¿Se podría afirmar entonces que el alto nivel educativo refleja el modo en que la sociedad valora su educación? Sea como sea creo necesario alcanzar un pacto nacional de educación que repare el exagerado desequilibrio educativo actual para que todos podamos optar a estudiar en cualquier parte del territorio habiendo obtenido la misma formación obligatoria.


sábado, 9 de septiembre de 2017

II. Éxito educativo en el centro de Valladolid


Con este post quiero recopilar las ideas a las que llegamos mis compañeros del grupo de trabajo 1 y yo. En esta ocasión tuvimos que analizar un artículo sobre las claves del éxito de un instituto de educación secundaria en Valladolid. El artículo analizado se titula El instituto de Valladolid que supera a Singapur en PISA. Fue publicado en el diario El Mundo el 06 de junio de 2017.

A lo largo del texto se intenta enumerar los factores que han hecho que este centro en particular haya obtenido una media mejor que Singapur, país que suele encabezar la lista del informe PISA. A lo largo de una jornada escolar de 4º de la ESO, se va destacando los métodos de los profesores y la actitud de los alumnos.

Las claves de este centro son las siguientes:

  • Una plantilla estable de profesores bien formados.
  • El contexto familiar de los alumnos. Es muy habitual que los padres tengan estudios.
  • Uso reducido y bien orientado de la tecnología, empleada principalmente para los idiomas.
  • Algunos valores como el respeto al profesor y el esfuerzo como camino al éxito forman parte de la actitud del alumnado.
  • Hincapié en la importancia de la lectura.
Los aspectos a los que dimos mayor importancia para acercarse a la perfección fueron la implicación de las familias y sobre todo la calidad del profesorado. Para que un equipo de profesores triunfe, es vital que no dejen nunca de formarse y que haya comunicación entre ellos para poder mantener la coherencia entre el currículo de cada curso.

En este grupo del máster contamos con dos antiguos alumnos de este centro y no quisimos perder la oportunidad de preguntarles por la veracidad del artículo. Una de ellos confirmó que los alumnos proceden de familias acomodadas y con estudios, lo cual facilita que algunos valores como el respeto al profesor o la valoración del esfuerzo estén asentados en su actitud en la escuela. El último aportó que el nivel de la educación efectivamente es alto ya que los profesores son grandes profesionales.

Como pregunta para generar debate, planteamos la posibilidad de que un exitoso equipo de profesores se trasladara a otro instituto situado en un barrio marginal para observar si sus alumnos podrían llegar a alcanzar resultados similares o iguales que los del instituto Núñez de Arce.

Podéis consultar el artículo haciendo click aquí.

viernes, 8 de septiembre de 2017

I. La educación prohibida


El primer objeto de análisis y reflexión es el documental La educación prohibida, en el cual se defiende la exploración y el descubrimiento llevado a cabo por el niño como detonante y motor del proceso de educación.

Mediante entrevistas a varios profesionales de la educación de distintos países hispanohablantes, se van abordando aspectos de la escuela tradicional que se son tratados de manera más flexible con métodos como el Montessori, que dota de capacidad de decisión al alumno dentro del aula.

La diferencia más evidente entre ambas metodologías es el concepto del individuo (tanto del alumno como del profesor) y consecuentemente del proceso de educación y del fin del mismo.

El documental gira en torno a cambiar la visión que hay del alumno. Entendiéndolo como un creador único y no como un mero contenedor de conocimientos, se amoldará el proceso de educación al alumno y no él a un sistema establecido. Las dos grandes características del educando a las que se quiere dar el valor que merecen son la humanidad y la condición de ser social: humanidad por ser un sujeto generador de ideas, decisiones, emociones que merecen ser expresadas y tenidas en cuenta como las de un adulto, y social ya que esta liberación de la identidad se produce en grupos que posibilitan el contacto con los demás, respetándolos y valorándolos, puesto que la educación prepara para la vida y no para una empresa.

Para entender así al alumno es preciso que primero cambie el papel del profesor. Él también es hijo de un sistema que le concede la autoridad en el aula, pero dentro de este nuevo planteamiento debe reformarse para comenzar a proponer y dejar de imponer. El profesor evoluciona de controlador a guía.

Al modificar los roles del educador y del educando, cambia necesariamente también el proceso de educación, contexto en el que ambos se relacionan. En primer lugar, la escuela debe liberarse de sus barreras de mentalidad y aceptar que cada alumno es único y tiene capacidades y inquietudes distintas a los demás. Por este motivo, se debe legitimar la autonomía del niño para descubrir en qué campos quiere experimentar. El ambiente ideal en el aula sería el caos constructivo.

A su vez, la finalidad del proceso educativo se ve afectado. Se busca desarrollar habilidades sociales para la vida y no basarse estrictamente en aprender conocimientos. 

No puedo estar más de acuerdo con la necesidad de renovar y refrescar el sistema educativo y hacer del alumno un participante activo y con interés real en ser educado, pero no puedo evitar ser escéptica con el ideal de la variedad de escuelas. ¿Es realmente factible definir una amplia variedad de escuelas en función de las cualidades y que todos sus alumnos sean evaluados en unas líneas de igualdad? 

En unas décadas la educación habrá seguido variando y podremos juzgar si los valores que defiende la película han influido y con qué peso.




martes, 5 de septiembre de 2017

¡Hola a todos!

Antes de comenzar a darle forma a este blog dedicado a la educación, me gustaría compartir algunas palabras sobre mí.

Me llamo Elena y hace un año terminé mis estudios en Lenguas Modernas y sus Literaturas en la Universidad de Valladolid. Gracias a los idiomas, mi gran pasión, me he topado con oportunidades de viajar, disfrutar de sentirse nuevo y extraño en otro país y apreciar otras formas de ver la vida. Después de estas experiencias he decidido tomar el camino de la docencia, que aunque probablemente alberga no pocos obstáculos, estoy segura de que el resultado y el proceso en sí mismo merecerán la pena.

Como ya he comentado al principio, este blog está dirigido a concentrar las actividades propuestas en la asignatura Procesos y Contextos Educativos del Máster en Educación Secundaria, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas de la UVa. Más allá de este fin académico, al final del curso me gustaría releer mis palabras para ver el desarrollo y la aparición de nuevas ideas. Y ya que estamos, para ver si le pierdo de una vez ya ese temor a escribir.

¡Hasta la próxima lectura!,

Elena