Nos reunimos en grupo y apenas nos dio tiempo a acordar el horario del centro y el horario lectivo. Llegamos a los siguientes acuerdos:
- Las puertas del centro estarían abiertas de 8 de la mañana a 20 de la tarde. Esto no quiere decir que haya que estar tantas horas en el centro, si no que durante la semana los alumnos y los profesores son libres para hacer uso del recinto y sus distintos recursos a lo largo de esas 12 horas.
- Las clases tendrían lugar de 8:30 de la mañana a 14:15 de la tarde. Teniendo en cuenta que cada clase duraría 50 minutos, tendríamos un total de 6 clases al día. Cada 2 clases tendría lugar un recreo de 15 minutos.
- Las puertas del centro estarían abiertas los fines de semana (los festivos no) de 10 de la mañana a 20 de la tarde. Las pistas de deporte, la biblioteca y salas de estudio estarían de nuevo a disposición de los chavales.
No tuvimos tiempo de poner en común la relación de normas de clase, pero si estuviera en mi mano, sería algo por el estilo:
- El respeto es algo f u n d a m e n t a l. En clase y en la vida. Toda opinión se puede criticar, pero con voluntad de aportar algo y desde el respeto a los demás.
- Ya que tenemos (sólo) 50 minutos de clase, no hay que perder el tiempo: ¡hay que ser puntual! [tanto el alumno como el profesor eh]
- Todo el mundo tiene derecho a hablar, pero respetando el turno de palabra.
- La clase no es un monólogo del profesor: la participación cuenta.
Alguna más se me queda en el tintero, pero todas ellas irían a propiciar el respeto y la colaboración entre alumnos y para con el profesor.

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