domingo, 24 de septiembre de 2017

VIII. El IES María Moliner nacido en clase


Hoy toca escribir un poco más, y esta vez es para presentaros el I.E.S. María Moliner que nació la semana pasada en clase. En grupos, cada persona con un rol distinto (padres y madres, profesores, profesionales administrativos,...) teníamos que crear un instituto con una serie de valores acordados por nosotros mismos.

El nuestro se trata de un centro público que oferta tanto ESO como bachillerato y que se sitúa en un barrio urbano hipotético de la ciudad. El nombre lo propuse yo misma por ser el nombre de mi instituto. No dudé a la hora de proponerlo. Me parece un nombre bonito y significativo por la mujer a la que se refiere.

Primero nos plantemos qué es educar para nuestro recién creado instituto. Para nosotros educar es inculcar una serie de valores y conocimientos que permiten el desarrollo de las capacidades y destrezas de los alumnos. Se trata de una definición estándar bastante neutra, aunque después reparamos en los matices algo desfavorables del verbo inculcar.

En el I.E.S. María Moliner queremos educar en los valores de la familia, la salud, los amigos y los conocimientos, en ese orden. Por el contrario, le damos mucho menos valor a la religión, la política y a ganar dinero. Prácticamente coincide con mi ránking personal, aunque yo le daría más importancia a la política dentro del aula.

Continuando, nos parece que el hecho de que una mujer pueda tener un hijo sin una relación estable, el divorcio, la adopción por parte de homosexuales, la adopción sin relación estable y el aborto son los comportamientos más aceptables de los que se nos presentaron. En la cola de nuestra lista de comportamientos encontramos la violencia de género, el terrorismo y la pena de muerte, acciones que no apoyamos bajo ninguna circunstancia.

Finalmente, llegamos a la conclusión de que los adolescentes y sus padres discuten casi siempre por el reparto de las tareas del hogar, los estudios y la hora de llegar a casa por la noche.

Así hemos sentado las bases de un posible instituto. Quién sabe si algún día alguno de nosotros decide crear el suyo propio y defender y mantener sus valores.


2 comentarios:

  1. ¡Hola Elena!
    Para empezar te quería decir que me encanta que hayáis escogido el nombre de un personaje femenino para el instituto.
    En la entrada has hablado de los valores y el tipo de instituto que como grupo os gustaría que fuera. ¿Estás de acuerdo con todas las conclusiones o lo habrías planteado de otro modo?

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  2. ¡Hola, Marta!

    La verdad es que mis conclusiones personales y las del grupo son prácticamente iguales, así que puedo decir que estoy de acuerdo. Apenas tuvimos problemas para establecer los valores de nuestro instituto.

    Por añadir un "pero", diría que el valor de la política habría que ir impulsándolo año a año. Me parece la respuesta lógica a la búsqueda por parte de los centros de crear ciudadanos cívicos y sociales. Es decir, para nada como ideología, sino como parte de la sociedad.

    ¡Un saludo!

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