domingo, 1 de octubre de 2017

XII. ¿Tutor? ¿Y ese quién es?



Hablamos de que cuando uno va a la escuela, debería encontrarse a un profesor y a un educador concentrados en la misma persona. El que te enseña sobre una materia, pero que además te estudia a ti para saber cómo hacerte llegar sus conocimientos. Pero dejando un poco al lado lo que tiene que ver con una materia específica, el tutor de cada grupo debe fomentar la toma propia de decisiones, hacer del aprendizaje un viaje continuo que relaciona campos de saber y sobre todo ayudar e intervenir en cualquier tipo de conflicto que pueda surgir, para que los problemas sean abordados, resueltos y no vayan a más.

Si mal no recuerdo, siempre tuve una hora de tutoría a la semana durante la ESO y en Bachillerato desapareció. ¿Acaso los problemas o inquietudes se autogestionan por completo de un curso para otro?

Supongo que también por cuestión de la edad y de la falta del sentido de la implicación, cuando era adolescente no me planteaba si estaba bien o no tener tutoría, si una hora semanal era suficiente,... Este sentimiento también se contagiaba a algún que otro tutor, que empleaba este recurso para solamente informar de una excursión, entregar un formulario que había que rellenar, etc., o simplemente nos lo dejaba para preparar un examen o los deberes.

Ahora me parece fundamental para complementar ese desarrollo de las habilidades sociales; es una herramienta de la que los profesores se valen para acercarse a su grupo y entenderlo mejor. Es tarea nuestra, de los profesores, hacer comprender a los chavales que se trata de apenas una hora, pero que es importante sacarle todo el juego posible en su propio beneficio, en tanto que ellos son ciudadanos de la sociedad que supone el aula.

Y last but not least no nos podemos olvidar de su papel como orientador académico/laboral. ¿De qué sirve acercarse al individuo y estudiarlo si no aportamos un feedback? Hay personas que, por suerte, tienen muy claro desde jóvenes qué es lo suyo y lo que quieren hacer una vez terminen su formación obligatoria. Pero me temo que hay un porcentaje mayor que tiene dudas y necesita de una guía. Ojalá el equipo de orientación de mi instituto hubiera participado en las tutorías. Recuerdo que en 4º de la ESO nos repartieron una hoja para sondear cuántos alumnos harían cada modalidad de Bachillerato, y eso fue prácticamente todo. A muchos nos fue bien aún así, pero muchos otros necesitaban de consejo y guía.


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